El granado (Punica granatum) es un pequeño arbusto o árbol pequeño de hasta 5 m de altura, caducifolio, más o menos espinoso y con numerosas ramificaciones. Su tronco suele ser derecho y con ramas opuestas, sus hojas son simples con forma lanceoladas y opuestas. El fruto es la granada, que es una balaustra de unos 5-10 cm, con forma esférica y de color coriáceo o rojizo. Las semillas maduras tienen forma ovalado de un tamaño aproximado entre 12-14 mm por unos 4-6 mm.
Este árbol es originario de la región de Irán y fue cultivado y naturalizado en toda la región del Mediterráneo. Es muy apreciado en las zonas desérticas, ya que está protegido de la desecación por su piel gruesa y coriácea. Su cultivo es destacado en Túnez y Turquía, siendo España el país europeo más importante en la producción de la granada.
Composición
El aceite de granada bio se obtiene mediante la presión en frío de las pepitas de cultivo ecológico y contiene hasta un 90 % de ácido púnico, también llamado Omega-5, que regenera y reconstruye la piel de forma natural. Este compuesto es hasta 6 veces más antioxidante que el extracto de semillas de uva.
También contiene punicalaginas, que son sustancias antioxidantes que poseen el aceite de granada y que son polifenoles, concretamente taninos y elagitaninos, que son los responsables de captar los radicales libres formados en la piel. Es rico en vitamina C, minerales, ácido fólico, elágico, ligninas y esteroles que le confieren un alto poder antioxidante.
Beneficios sobre la piel
De las semillas de granada se extrae un aceite único y muy apreciado para combatir el envejecimiento celular en el tratamiento de las pieles maduras. El aceite de granada es actualmente considerado el producto más efectivo para tratar y regenerar las pieles maduras y para evitar la aparición de arrugas.
Este aceite tiene todos los compuestos necesarios para cuidar, proteger y reparar la piel. Su composición a base de ácidos grasos esenciales, vitaminas y antioxidantes naturales le permite neutralizar los radicales libres que causan el envejecimiento prematuro de la piel.
Entre los múltiples beneficios que este aceite aporta a nuestra piel, podemos destacar los siguientes:
- Retrasa el envejecimiento celular, atenúa y previene la aparición de arrugas de expresión.
- Es un poderoso antioxidante que combate eficazmente los radicales libres.
- Hidrata la piel y evita la deshidratación epidérmica, por lo que le convierte en un perfecto aliado de las pieles secas y pieles maduras que con el paso del tiempo pierden sus capacidades naturales y se deshidratan con rapidez.
- De efecto calmante y antiinflamatorio. Recomendado para pieles sensibles, irritadas, reactivas y dañadas.
- Mantiene la elasticidad, la epidermis se hace más elástica, suave, resistente y tersa.
- Estimula la producción de queratina y la regeneración de la piel.
- Atenúa y previene las manchas dérmicas provocadas por el envejecimiento.
- Tiene efecto dermoprotector. Ayuda a proteger nuestra piel de los agentes externos, como las sustancias de la contaminación ambiental. También, protege la piel contra los efectos dañinos del sol.
Debido a las magníficas cualidades que posee este aceite para el tratamiento de pieles maduras y pieles deshidratadas, nosotros incluimos aceite de granada ecológico en nuestra crema que le da nombre: crema facial ecológica de granada, destinada al tratamiento de pieles maduras y secas, que junto con el aceite de rosa mosqueta, argán, onagra y borraja hace de esta crema ideal para el tratamiento de pieles secas y maduras.
¿Alguna vez has utilizado cremas elaboradas con aceite de granada? Cuéntanos tu experiencia…¡Te espero en los comentarios!