El Karité es un árbol de hasta 15 metros de altura que se da principalmente el África Occidental. El nombre de Karité significa árbol de mantequilla. El árbol de karité es muy longevo llegando a vivir hasta tres siglos. Los frutos de este árbol son nueces muy carnosas en su interior y de cáscara fina.
La manteca de Karité (Butyruspermun parkii butter) ha sido utilizada desde la antigüedad por las tribus africanas que tradicionalmente se aplicaban esta manteca sobre el cuerpo y cara para protegerse de las inclemencias del tiempo. La manteca de Karité ecológica, se obtiene tras ebullición y el triturado de estas nueces que guardan cierta similitud con las almendras, el resultado es una grasa vegetal con numerosas propiedades tanto alimenticias como en aplicaciones sobre la piel. Se calcula que para conseguir 1 kg de manteca de Karité hacen falta 5 kg de nueces de Karité.
La elaboración, que tradicionalmente es realizada por mujeres, empieza con la recogida y el lavado de las nueces. A continuación las trituran, tuestan y se pasan por un molino para obtener una pasta marrón muy líquida. Ésta pasta que se obtiene se bate a mano para que se separe la mantequilla del resto de componentes en la superficie del líquido. La mantequilla resultante se lleva a ebullición y se filtra varias veces para separar las impurezas hasta que se consigue un producto limpio de color miel suave.
Composición
La manteca de Karité esta compuesta principalmente de ácido esteárico 44%, ácido oleico 45%, ácido linoleico 6%, y ácido palmítico 5%. Esta manteca es sobre todo conocida por sus propiedades hidratantes, motivo por lo que es usada en múltiples preparados en cosmética.
Beneficios para la piel
- Protege del sol y del viento, nutre en profundidad la piel y evita la deshidratación.
- Acción protectora contra la sequedad de la piel, es muy efectiva para proteger la piel y los labios de las inclemencias de tiempo.
- Contiene pequeñas cantidades de látex vegetal que actúa como protector de la piel.
- Ayuda en la reparación de irritaciones producidas por el sol.
- Es un potente regenerador y protector dérmico, reduce el envejecimiento cutáneo, estimula el metabolismo celular y previene la aparición de arrugas.
- Contiene antioxidantes que combaten los temidos radicales libres causantes del envejecimiento celular.
- Posee acción cicatrizante, es recomendable en el tratamiento de dermis escamosas, y ofrece óptimos resultados en manos secas y agrietadas. También da muy buenos resultados en talones agrietados.
- Evita la aparición de estrías y grietas, protegiendo la piel de las embarazadas.
- Aporta suavidad, elasticidad y luminosidad a la piel, siendo muy efectivo incluso en las pieles más secas y castigadas.
- Aunque es de tacto graso, puede ser utilizado en todo tipo de pieles.
En nuestros preparados solo utilizamos manteca de Karité cruda de origen ecológico ya que de esta forma podemos garantizar la integridad de esta materia prima tan valiosa, nunca utilizados mantecas refinadas que puedan ver mermadas sus propiedades.
Y tú ¿has utilizado alguna vez manteca de Karité pura? ¿Y formando parte de tus preparados cosméticos?