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Rosácea, qué es y cómo tratarla

¿Qué es la rosácea?

La rosácea es una enfermedad crónica de la piel que suele comenzar en personas que se encuentran entre los 30 y 50 años.

Esta patología puede provocarte sofocos, eritema, edema, pápulas, pústulas, lesiones oculares, rinofima o telangiectasias, también conocidas como arañas vasculares.

Se estima que la rosácea afecta a un 10% en la población mundial, siendo superior este dato en mujeres de tez clara.

Otro dato llamativo es que, aunque su aparición en niños y hombres es menos común, esta enfermedad suele ser más grave en ellos.

Si la rosácea ha aparecido en tu piel y en tu vida, ¡continúa leyendo, esto te interesa!

Síntomas y causas

Las causas que provocan la aparición de la rosácea son aún desconocidas, pero numerosos estudios determinan que podría ser el resultado de un sistema inmune hiperactivo, o deberse a factores hereditarios o ambientales o una mezcla de ellos.

Por otro lado, los síntomas de la rosácea pasan por episodios de sofocos y otros síntomas que se relacionan con el estrés, tomar bebidas y comidas calientes, ingesta de alcohol, y la exposición a los factores climatológicos adversos como el viento, excesivo calor o frío, o a la radiación solar pueden hacer que la rosácea aparezca de forma más notoria.

Tipos de rosácea

Existen diferentes tipos de rosácea que afectan a la piel. Durante los últimos años, son numerosos los estudios que se han realizado por expertos para conocer mejor esta enfermedad de la piel y poder determinar los síntomas, causas y posibles tratamientos que reduzcan de manera efectiva sus efectos sobre la piel.

Los distintos tipos de rosácea que se han encontrado son:

  • Eritematotelangiectástica, vascular o prerrosácea.
  • Papulopustulosa.
  • Fimatosa.
  • Ocular.

Piel con rosácea, claves para tratarla

Tratamiento farmacológico y cosméticos

Sea cual sea el tipo de rosácea que padeces en tu piel, todos estos tipos de manifestaciones de la rosácea mencionados anteriormente suelen tratarse del mismo modo. Aunque, es cierto que existen diferentes formas de tratarlos.

Para reducir sus efectos y cuidar mejor tu piel con rosácea te recomendamos evitar algunos de los factores desencadenantes como el calor o frío en exceso, utilizar tratamientos tópicos para la piel en forma de medicamentos o cosméticos, antibióticos, corticoides, o también, existen opciones de cirugía para eliminarla.

Lo más habitual suele ser que si pasas por una consulta de dermatología, casi con seguridad, te receten corticoides y antibióticos, con el fin de mejorar el proceso de inflamación de la piel. Si prefieres otras opciones más naturales a los corticoides, sigue leyendo.

Aunque este tratamiento es eficaz, existen estudios dermatológicos que han llegado a la conclusión de que, a largo plazo, el uso de antibióticos y corticoides, empeora algunos de los síntomas de la piel con rosácea como episodios de sofocos, eritemas y edemas.

Esto se debe a que únicamente se trata la inflamación, sin atender al resto de necesidades de la piel que pueden ocasionar un empeoramiento de la misma.

Una piel con rosácea, además de padecer inflamación, presenta sequedad, sensibilidad y sensación de quemazón.

Si no tratas correctamente también estas consecuencias generadas por los síntomas propios de la enfermedad, es posible que tu piel, lejos de mejorar, haga todo lo contrario: empeorar con el paso del tiempo.

Cómo tratar la rosácea

Por las consecuencias descritas anteriormente, en algunos casos es necesario tratar la piel con rosácea combinando tratamientos farmacológicos con cosméticos que favorezcan la recuperación y el equilibrio de la piel.

Hoy en día existen multitud de cosméticos que pueden ayudar a disminuir o paliar los efectos de esta patología de la piel, pero si bien es cierto, la propia rosácea provoca intolerancia a muchos cosméticos formulados con ingredientes sintéticos.

Esta intolerancia tiene su origen en la agresividad de algunos ingredientes sintéticos, que pueden ocluir a la piel impidiendo su correcta respiración.

Otros cosméticos pueden resecar aún más este tipo de pieles por el uso indiscriminado de alcoholes, o incluso, ciertos principios activos empleados para el tratamiento de las pústulas o pápulas pueden ser demasiado irritantes y enrojecer aún más la piel con rosácea.

Por ello, queda claro que hay que cuidar mucho más este tipo de pieles y aportarles la hidratación y nutrición necesaria para que recobre su uniformidad y luminosidad.

La mejor alternativa en estos casos para el cuidado de la piel con rosácea es el uso de productos cosméticos naturales.

Para ello, la cosmética natural y ecológica te ofrece una alternativa ideal para cuidar tu piel con todo lo bueno que la naturaleza puede aportarle, lejos de ingredientes sintéticos que poco o nada bueno le pueden aportar a tu piel.

Cosmética ecológica para la rosácea. La mejor solución para tu piel

La cosmética ecológica emplea ingredientes naturales de origen ecológico que, al ser combinados en una cuidada fórmula, pueden hidratar y nutrir este tipo de pieles de una forma delicada e impecable.

Por un lado, tendríamos como pontentes fuentes de hidratación a los hidrolatos, y las comúnmente conocidas como aguas florales y aceites vegetales y mantecas que ayuden a recuperar, regenerar la piel a la vez que la nutren e hidratan en profundidad.

Nuestra propuesta para tratar la rosácea

Para pieles con rosácea es conveniente utilizar cosméticos a base de hidrolatos y aguas florales cuyas propiedades principales nos ofrezcan un cuidado e hidratación intensa.

La bruma facial de articabio te ayudará a hidratar, calmar y cuidar tu piel a la vez que la tonifica y la mantiene fresca y sana.

Su composición a base de ingredientes naturales de origen ecológico como la rosa damascena, lavanda, aloe vera, jara, cola de caballo, entre otros, calma la irritación y es excelente cicatrizante favoreciendo la circulación de los capilares sanguíneos de tu piel.

El agua micelar para piel madura es ideal para una limpieza respetuosa de tu piel con rosácea, elimina los restos de suciedad acumulados durante el día a la vez que la tonifica, calma e hidrata de forma totalmente natural.

Como fuente de nutrición, muy importante en las pieles con rosácea, estarían los aceites vegetales, donde tendríamos que seleccionar, sobre todo, aquellos con propiedades calmantes, cicatrizantes y antiinflamatorias.

La crema facial de rosa mosqueta, rica en principios activos calmantes y cicatrizante, es ideal para el cuidado de pieles maduras afectadas por rosácea.

El aceite vegetal ecológico de rosa mosqueta, la caléndula, aloe vera, y el aceite de argán, hacen de esta crema un cosmético imprescindible para las pieles con rosácea.

Su composición le da un aporte extra para su cuidado, regeneración y cicatrización, calmando la piel y reduciendo, a la vez, las primeras arruguitas.

 

La cosmética ecológica es la mejor alternativa a los cosméticos industriales para el cuidado de rosácea, ya que le proporciona a tu piel todo lo que necesita, evitando el uso de componentes perjudiciales y que, además de cuidarnos, cuidan el medio-ambiente.

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